Hace bastantes años que la programación de televisión orientada al público infantil y juvenil ha cambiado por completo el enfoque que dichos programas tenían en el pasado. Se echa de menos, mucho, muchísimo, aunque lo primero que hay que reconocer es que uno echa de menos cuando dichas series televisivas estaban dedicadas a mi franja de edad. Pero que vivan los treintañeros, ¿eh?