Que estemos ante el segundo paso de una saga deportiva puede llevar a engaño en un primer momento, ya que el primer Grandslam para Wii se desmarca por completo de lo que veremos en el presente juego: olvidaos de su estilo desenfadado, casi cartoon, y su enfoque arcade combinado con el enfoque dirigido a WiiMote. Esta segunda entrega juega en otra división.