Conversaba el otro día con algunos colegas sobre cómics, ya que últimamente está en pleno apogeo el trasvase de cómics americanos hacia el escenario del séptimo arte. Y bien es verdad que pocos argumentos suelo tener a la hora de discutir de dicho tema, ya que nunca fui amante de las obras de DC Comics, Marvel ni de ningún cómic americano en general. Yo siempre fui «españó, españó» en ese sentido, y tiraba de los tebeos que me regalaba mi abuelo.
Y es que decir tebeo parece que nos acerca mucho más a los dibujos patrios, ¿no? Si vemos lo que tiene que decir la santa RAE sobre esta acepción, descubriremos algo así como «Revista infantil de historietas cuyo asunto se desarrolla en series de dibujos«. Vale, aceptemos barco, añadamos que la revista sea española y centrémonos en aquellos cómics realizados por autores españoles que tuvieron representación en algún videojuego de la era de los ocho bits. ¡Cáspita!