Un año más, nada impide que el título estrella de la simulación del basket llegue a las tiendas de todo el mundo, dispuesto a saciar nuestro mono de ba-lon-ces-to, y sólo requiere que tengamos nuestra Xbox 360 o Playstation 3 a mano. Ni siquiera el cacareado lockout patronal de la competición estadounidense hace que esta corriente baloncestística se pare.