Seguro que has escuchado un ruido atronador, como si algo sólido se rompiera en mil pedazos implosionando. Es el sonido de mis expectativas albergadas sobre el último trabajo del señor Locomalito, un malagueño que se mantiene en estado de gracia, al igual que su pedazo de equipo de fútbol que campea por Champions a diestro y siniestro. Expectativas que se rompen para renacer multiplicadas por mil. Maldita Castilla, pardiez.