Review Need for Speed – Xbox One

Review Need for Speed

En el nuevo Need for Speed de Ghost Games, la desarrolladora vira el timón con fuerza desde aquel Rivals que acompañó a las primeras semanas de vida de Playstation 4 y Xbox One, hace ya dos años. Llama la atención ver cómo ha cambiado el planteamiento outrunnesco de la entrega pretérita en favor del ambiente tunning del juego que hoy nos ocupa, volviendo a lanzar escalas hacia otros títulos de la saga como Underground o Carbono. Así, este Need for Speed del año 2015 no es ni mejor ni peor que otros capítulos de la saga; es diferente, y agrada que se intente imprimir tal variedad en una colección de juegos tan dilatada. Otra cosa es que nos guste o no, y en eso me resultará más difícil ayudaros: es algo absolutamente subjetivo.

De entrada, puede que nos tire patrás el tema de las escenas de vídeo grabadas con actores reales. En un intento de dotar de cierto hilo conductor a la campaña, unos cuantos personajes -malotas y chulescos de categoría- desfilarán ante nuestras retinas, dirigiéndose hacia el jugador a la hora de recibirlo en el grupo, acompañarlo en sus primeros pasos y retándolo a diferentes desafíos en el urbano asfalto en el que se desarrolla la acción.

La verdad es que resultan tan típicos como tópicos, y se alejan del humor negro tan característico que destilaban aquellos vídeos de los viejos Command & Conquer; por el contrario, hay que destacar de nuevo el empeño de Ghost en salirse de los habituales CGI sintéticos y, sobre todo, el tremendo acierto que provocan las transiciones entre vídeo real y escenas del juego, apenas imperceptibles.

La última afirmación del párrafo anterior habla muy bien del apartado técnico de Need for Speed que si bien se refugia en múltiples ocasiones en el paraguas nocturno del neón que se refleja sobre el asfalto mojado, logra mantener un notable nivel durante todos los escenarios sobre los que podremos quemar neumáticos. Eso sí, vuelvo a echar de menos los sesenta frames por segundo, algo que suele elevar de forma exponencial la sensación de velocidad en este tipo de arcades de conducción.

Review Need for Speed

Uno de los puntos más reseñables de la estructura básica que propone el juego reside en el Autolog, una filosofía lúdica que nos invita a permanecer siempre conectados a internet, de forma que compartamos las calles de Ventura Bay con unos cuantos tipos que, a su vez, manejan sus consolas desde el sofá de sus hogares. A estas alturas no parece excesivamente problemático este requisito que resulta indispensable para poder jugar, aunque, por supuesto, habrá quien se fastidie por no disponer de conectividad. De todos modos, tendremos la sensación de que no se aprovecha en demasía el potencial de la conexión masiva, ya que no disponemos de demasiadas opciones con las que retar a contrincantes que más bien parecen fantasmas por lo rápido que aparecen y desaparecen de nuestra partida.

El factor jugable de Need for Speed se asienta sobre un fundamento capital: la customización de nuestro bólido. Sí o sí, tendremos que pasar unos cuantos ratitos en el garaje para acoplar piezas que hemos ido ganando o gastarnos el dinero -virtual, no os asustéis- en potenciar el coche para poder seguir acumulando experiencia y ponernos a la altura de los competidores y las pruebas, que irán acumulando dificultad de forma paulatina. El método funciona y engancha, pero puede que la sensación de repetición aparezca con más frecuencia de la esperada. Por otro lado, la persecución policial, que es otra de las clásicas banderas que la saga enarbola desde sus comienzos, se antoja ligeramente descafeinada, ya que en la escala de los retos que propone el juego aparece en el escalón más bajo de dificultad. Los polis ya no son lo que eran.

Review Need for Speed

Need for Speed, en definitiva, resulta una experiencia que a ratos se hace tremendamente refrescante, mientras que en otras ocasiones se nos hará muy familiar, tanto que quizá nos huela demasiado a añejo. En cualquier caso, se convierte en una apuesta bastante segura para todo aquel que haya disfrutado con la saga en alguna ocasión y le atraiga la fórmula de evolucionar y personalizar vehículos para fardar ante los colegas. El juego falla en algunos aspectos, pero se puede afirmar sin problemas de que su manejo está calibrado a la perfección, a medio camino entra la exigencia, la precisión y la libertad de tomar curvas derrapando como si no hubiera mañana.

Publicado por

Pedja

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