Aunque es cierto que hace tiempo que no se hacen predicciones sobre la próxima generación de videoconsolas, quizás más cercana de lo que podamos imaginar, puedo recordar con claridad al Pachter de turno jurando y perjurando que el soporte físico en el videojuego tiene las horas contadas.
De hecho, quizás nos baste con revisar el estado actual de los mercados virtuales en las actuales consolas, con Playstation Network y Xbox Live haciendo caja a través de los distintos juegos descargables que a menudo las compañías cuelgan en la red.
No hablemos ya de plataformas como Steam, con una auténtica legión de seguidores, legión compuesta por usuarios de compatibles que, mayoritariamente, adquieren los juegos sin moverse del cómodo sofá.
Por tanto, en una hipotética Playstation 4, o en la futura Xbox 720, ¿se perderán los soportes físicos? ¿Dejaremos de tener que rendir cuentas al bendito Ikea para adquirir una nueva estantería en la que apilar los juegos del mes?
La respuesta no la tengo yo, no sé si algún analista ya la sabe, y quizá esté guardada a buen recaudo en las maquinarias comerciales de Sony y de Microsoft. Con todo, me imagino que los gigantes de la industria del entretenimiento digital tendrán que lidiar con potentes argumentos a la hora de enfrentarse a los dueños de las grandes superficies especializadas.
Me dirán ustedes qué diablos va a vender vuestro querido amigo dependiente de GAME si los juegos toman el camino virtual de forma definitiva, sin girar la cabeza y sin posibilidad de dar media vuelta. Eso sí, me imagino que esto generaría, de rebote, una devastadora excusa para acabar con el polémico mercado de la segunda mano, esa que tantas alegrías nos ha dado a los que la crisis nos deja el bolsillo temblando.
Y resulta que de repente se cuela un halo de luz en este oscuro embrollo; y se cuela en nuestra colección de videojuegos, esa que se ordena de forma caótica y ordenada de manera simultánea, apilada en aquella estantería de Ikea, o quizás adquiriendo polvo en el cajón, polvo pixelado y de ocho bits, por supuesto.
Porque resulta que hay un puñado de buenas gentes que rezuman iniciativa, creatividad y esfuerzo, sin otro objetivo que el de preservar el recuerdo de los juegos clásicos y recoger el agradecimiento de los buenos coleccionistas. Un puñado de buenas gentes como las que componen 1985Alternativo, que se están dedicando a relanzar juegos clásicos en sistemas actuales, acompañando cada juego con un estuche a la altura de la ocasión, con manual de instrucciones bien ilustrado, y con su correspondiente cartucho en el caso de Watman para Nintendo DS, remake del juego isométrico de Jon Ritman y Bernie Drummond. Incluso recibirás un Bollycao para que te lo zampes mientras carga el juego.
Y lo más importante de todo: tendremos el juego en nuestras manos, lo podremos tocar, guardar, mirar y colocar en nuestra estantería. Como debe ser.
Columna de opinión escrita para la publicación digital RetroManiac.
Si no me equivoco, no es para DS, sino para GBA (por la forma del cartucho de la foto).
Watman Vs El Barto XDDDD.
El grandísimo juego del Batman, mi hermano siempre me cuenta que no se lo pudo terminar porque si el juego tiene 100 habitaciones (es un número al azar, no sé cuantas salas tenía), él había visitado 99, y justo la que faltaba tenía la parte final del batmobil, perdón, del watbovil XDDDD.
Na_th_an, sí, es para Game Boy Advance, pero yo la juego en mi Nintendo DS Lite 😀 (o en mis advance o en mi GB Micro… será por Game Boys :D)
Que conste en acta que yo soy un profano en la materia, vaya por delante. Pero claro, si ya no hacen falta mandos para jugar, si además, te sirve la pantalla super delgada de tu TV super guay, y los juegos los adquieres on-line, y encima la cena pizza te la entregan vía telemática, pués yo seré un carca, pero prefiero, un juego de cartón y poder jugar a la oca.
Papurri, y una partida de Trivial Pursuit, que nunca falte!