Infierno original

En unos días sale a la venta el esperado Dante’s Inferno, un juego realizado por Visceral Games. El currículum más inmediato de esta compañía no es moco de pavo, ya que para mí firmaron el mejor juego del 2008, Dead Space. En aquel momento recibimos un auténtico chute de miedo escénico ambientando en aquel espacio en el que nadie puede oír tus gritos, o mejor aún, el que puede oírlos tiene demasiada hambre para ayudarte. En realidad, Dead Space no supuso ninguna revolución, pero supo adaptar los puntos fuertes del género survival, logrando firmar un juego redondo en todos los sentidos: jugabilidad pensada al límite, interfaz sencilla y directa y una ambientación de las que te los ponen de corbata.

Dante’s Inferno parte de una idea parecida a la de Dead Space, aunque con una diferencia sutil, -y ojo, que a partir de aquí hablo en base con la información que tengo hasta el momento y tras haber jugado la demo-: la adaptación se centra en otra obra de épico argumento. El Dios de la Guerra es una sombra muy alargada que puede cobijar a cualquier ejemplar que siga los cánones del llamado beat-em’up moderno, y en este caso parece que esa sombra puede perseguir a esta particular visión de la obra de Dante Alighieri.

Pues es harto curioso, y ojo, a lo mejor esto cambia de los pies a la cabeza con el juego final en mis manos, pero hasta el momento creo que Visceral se aferra demasiado fuerte a la idea de seguir un camino que ha demostrado llevar al éxito en la saga de Kratos. Sólo con ver unos cuantos vídeos y jugar la demo, uno puede apreciar el titánico trabajo realizado en la dirección artística, que de seguro aprovechará al cien por cien el material literario disponible en aquella Divina y trágica comedia. Pero el sistema de juego se me antoja tan parecido…

¿Y qué? dirán muchos. ¿Cuántas veces pasa esto hoy día? Muchas. Aún más, ¿cuántas veces pasa esto en juegos de reconocido éxito hoy día? Contad, contad. Por tanto, no parece que Visceral Games vaya a equivocarse en su decisión. Yo seré el primero que lo disfrute, no lo duden. Y un puñado más de gente. Si al final, por mucho que nos quejemos, por mucho que encumbremos al último juego indie, ese que es tan original e innovador, todos somos muy comerciales.