Ensemble Studios entona alto y fuerte su canto del cisne, intentando dejar una impronta profunda en un terreno prácticamente inédito para ellos: las consolas. Halo Wars ha sido, por decisión de Microsoft, la última oportunidad en la que veamos el lanzamiento de un juego que luzca el sello de la compañía de Texas, un sello de mítico recuerdo para todo aquel que disfrutase en algún momento con la estrategia en tiempo real, y concretamente, con el subgénero del Build & Battle.
Y así fue: Construir y Batallar sin turnos de por medio, con acción inmediata y sin descanso, fue el paradigma que Age of Empires consiguió instaurar para los restos, inspirándose, por supuesto, en el que es considerado padre del género: Dune 2. Años después, la última misión de Ensemble Studios es, quizá, la más complicada de toda su campaña: hacer creer al público que una consola puede ser un perfecto anfitrión para servir como escenario a un juego de estrategia.
La misión ha sido completada, y se me antoja una opinión difícil de refutar para aquel que pueda y quiera dedicarle unas horas a este Halo Wars. Sin embargo, el quid de la cuestión es, ¿a qué precio? Pues a un precio de 70 ñapos contantes y sonantes bastante caro: limitar la libertad del jugador en el campo de batalla. En Halo Wars podremos construir nuestra base y expandirla, pero sólo en los cuadros habilitados para ello. También podremos seleccionar con presteza a nuestro ejército para comandarlo, pero olvidaos de formar varios grupos numerados con los que emboscar al enemigo. Y por supuesto, podremos lanzar un ataque contra la base enemiga, pero no habrá ni rastro de formaciones de batalla, ni en cuña, ni en bloque, ni haciendo el pino.
La microgestión de nuestra facción, ya sea la UNSC o los Covenant, no tendrá más complejidad que la de acumular un solo tipo de recurso, el cual podemos recoger con nuestras unidades esparcido por el mapa, en una cantidad realmente ínfima en comparación con la segunda y última manera de conseguirlo: mediante estructuras dedicadas exclusivamente a tal fin. Ya que el espacio de construcción es fijo y limitado, la clave para expandirnos estará en ir evolucionando nuestra base para desbloquear nuevos espacios, y sobre todo, tomar otras zonas de construcción para edificar bases secundarias.
Nuestra habilidad a la hora de entrenar tropas y mejorarlas será de vital importancia para el devenir de cada partida. Existen tres tipos básicos de unidades, las cuales siguen el esquema clásico del piedra-papel-tijera: vehículos terrestres ganan a infantería, infantería a aéreos, y aéreos a terrestres. Además de esto, existen unidades especiales, como el Spartan y su habilidad de ocupar vehículos enemigos, o el temible Inquisidor, capaz de limpiarnos la base en un santiamén con su poder destructivo.
La gran baza de Halo Wars es que Ensemble ha sabido aprovechar la ventaja de diseñar un juego desde cero para Xbox 360. La inferfaz es, sin lugar a dudas, la más eficiente que haya podido verse en un RTS de consola, y gracias a su menú radial es posible realizar cualquier acción en un máximo de dos toques de botón. Sin embargo, regresamos de nuevo al caballo de batalla: se han simplificado muchos aspectos jugables propios del género, reduciendo las posibilidades en cada partida y acercando notablemente la experiencia de juego a la de un action-game al uso, sobre todo en la campaña , compuesta de misiones lineales con más acción y frenetismo que estrategia o táctica.
Técnicamente luce de forma muy notable, los escenarios, unidades, vehículos y edificios recrean a la perfección el universo Halo, mantienen un nivel de detalle digno de alabar y permiten un movimiento fluido y sin apenas ralentizaciones, incluso cuando se juntan decenas de tropas en pantalla a un mismo tiempo. Mención especial para las escenas de vídeo, de una calidad encomiable y plagadas de expresividad.
Por último, destacar que las escaramuzas que nos esperan en el modo multijugador se convierten en el auténtico maná del juego, heredando el Matchmaking de su primo cercano Halo 3, permitiendo varios modos de enfrentamiento (grupos enfrentados de uno, dos o tres jugadores) y con un rendimiento perfecto en la conexión. Por cierto, reseñar que ya he sufrido varias veces el llamado Rush-Héroe Covenant, con el que a las primeras de cambio te darán boleto.
Conclusiones
Halo Wars consigue alcanzar el cénit de los juegos de estrategia en tiempo real sobre videoconsola, de la mano de una de las compañías más expertas en el tema y, seguramente, a través de su juego menos complejo, más accesible y alejado de la estrategia pura y dura. Sin duda, una conclusión para pensar durante un buen rato, y que posiblemente acabe definiendo los límites de un juego del género sobre una plataforma ajena al ordenador compatible.