Leo en Meristation un artículo escrito por el jefazo, Pep Sánchez. Juraría que ya se lo he leído más de una vez, o al menos, el mismo contenido pero quizá, con distintas palabras. Habla de que el sentido de Meristation no es más que servir de guía para saber en qué videojuego gastarse los euros. Que esta navidad hay que apretarse, más que nunca, el cinturón. Que, oiga, atentos a las notas que ponemos que esas son las que debemos seguir a rajatabla. Y todo por una señora a la que nadie pone cara pero que todo el mundo conoce: Crisis.
Y es que, en cada conversación que puede escucharse en la calle desde hace ya muchos meses, siempre existe un factor común encerrado en una sola palabra, rimbombante y explícita por sí sola. Sí, Crisis, con C mayúscula, porque parece que hay que tratarla de usted. Y yo ahora mismo no tengo ni puñetera idea del verdadero causante de la misma. No sé si las hipotecas ‘subprime‘ americanas tienen la culpa, o si son los primos segundos de los caciques inmobiliarios de nuestro país. Ni idea.
Pero oiga, tanta Crisis… esto quiere decir que debemos mirar el fin de mes con una lupa de mayor aumento, ¿no? Bueno, esta peregrina idea ya se viene escuchando desde siempre, año tras año, navidad tras navidad. No recuerdo ningún telediario informativo diciendo «Este año la cesta de la compra navideña será más fructífera»; ni de coña. Al revés, siempre hay menos pavo, menos jamón y menos turrón. Eso dicen.
Y entonces llega la hora de salir a los centros comerciales para cubrir el expediente de los regalos de Reyes. Con la guadaña de la Parca pendiendo sobre nuestras carteras, habemus Crisis, y… ¡sorpresa! Joder, pero si El Corte Inglés está más lleno que nunca. Los carritos del Carrefour han tenido que reestructurarse para que puedan caber más cosas, y se les han tuneado las ruedas con fibras de neón.
Entonces, ¿qué diablos pasa? ¿Es que la gente va a estos sitios sin tener un duro? ¿Va a mirar como compra el prójimo? No sé, pero yo lo tengo claro: por mucha Crisis que estemos sufriendo, la gente sigue gastándose el dinero de idéntica manera. Después que no se quejen. Igual es que el causante de la Crisis está mucho más cerca de lo que uno piensa. Digo yo.
Yo, por lo pronto, me quedaría antes con Crysis, la que tiene la Y más griega que los yogures. Fijo que os lo pasáis mejor y tampoco es tan cara. Y si queréis gastaros 70 euros en cualquier otro juego porque lo habéis probado y os gusta, adelante. Da igual que en tu Web o Blog favorito le hayan cascado un 3. Piensa que, al final de todas las cosas, al que realmente tiene que gustarle es a tí, no al que escribe el análisis: un texto que debe ser guía y consejo, no el undécimo mandamiento.
Totalmente de acuerdo en la conclusión de que compres lo que te guste, independientemente de la nota que le casquen por ahí o las recomendaciones que te haga la gente, porque por muy bueno que sea, por ejemplo, el Dead Space, si a ti lo que te gustan son los juegos de coches tuneados comprate el need for speed, también por poner un ejemplo, que aunque tiene malas notas seguro que tiene lo que a ti te atrae de un juego.
Con respecto a lo de que la crisis es ficticia no estoy tan de acuerdo, sólo hay que ver la medida que han tomado de adelantar este año las rebajas porque los comercios no venden, dandose un curioso fenómeno de enormes cantidades de personas paseando por las calles y centros comerciales, pero pocas comprando. Eso sí, los regalos y el turrón que falten, pero en menor medida que otros años.
La crisis igual solo la tengo yo, porque a final de mes no llego ni de chiripa y este año no va a haber regalos en navidad. :/
Pero es cierto que la gente no pierde la costumbre de ir de compras, aunque seguramente comprarán mirando más los precios y el dinero a gastar. :m
Pero bueno, con un buen juego puede uno desconectar del tema económico durante un rato. 😉
Y lo de los gustos, pues mira que yo desde el finde pasado me he picado otra vez con el NFS ProStreet que lo tenía ahí abandonado y eso que el juego creo que le ha gustado a poca gente, pero como tenía ganas de echar unas carreras en circuitos, pues nada mejor que este juego de mi catáloguito. 🙂
Indudablemente se sigue gastando en estas fechas, es inevitable. Lo que según parece que lo que se compra en cantidad se pierde en calidad, y en donde según parece lo notan más lo que lo sufren. De todas formas, estoy muy deacuerdo, que desde que tengo uso de razón, no recuerdo ningún telediario diciendo que la cesta la compra en navidad va ser mayor que la del año anterior.
De todas formas, la crIsis se nota, por eso estoy ahora en paro xDD y por ejemplo en el hotel lo notan en forma de comidas de empresa. Siguen habiendo muchas comidas de empresas, pero el año pasao se pagaba a 30 o 35 euros, este año baja a 24 o 27. Si lo multiplicas por decenas de comidas y cientos de persona, la cantidad se nota.
PD: Mañana no os rajeis xD
Partiendo de la base de que en la TV sólo sueltan barbaridades (cuando uno entiende algo de un tema y oye hablar de ese tema en el telediario llora irremediablemente), ya podemos hablar del tratamiento de la «Crisis».
Con esto no pretendo negar la crisis, que la hay, pero sí apuntar que no afecta a todos por igual, ni de manera catastrófica (la peor parte se las llevan las grandes empresas y los desempleados, en mi opinión).
El articulo es mu bueno y hablando de la crisis es verdad xq ahora el menda está en el paro no se pa cuanto tiempo pero espero q no por mucho, mientras ha echar unas partiditas en la ps3. Eso si la gente sigue yendo a los centros comerciales a saco vamos, como si fuera cada fin de semana el fin del mundo. pero bueno eso mueve la economia dentro de nuestro pais. Tb se nota en la venta de juegos ya la gente solo compran los mas deseados y se esperan a esos tipicos juegos q te gustan pero no te gastaría esa burrada por 1 juego, te esperas a la version Platinum. Un saludo a todos.
Bueno, de todas maneras me parece un artículo algo demagogo si se plantea Meristation como solución a la crisis (sobre todo si le ponen a GTA IV de PC un 10 cuando está plagado de bugs y tiene una optimización pésima)
Me quedo sobre todo con la última frase. Gran verdad 😉