Os dejo una vez más con la inestimable colaboración del amigo Spidey, para comentar la cruda guerra representada en el último juego de Ubisoft.
Le teníamos muchas ganas a la nueva obra de Gearbox Software. La trayectoria de estos desarrolladores, que se ganaran a pulso su propia autonomía creando las excelentes expansiones del primer Half Life (aparte de llevar el juego a consolas como PlayStation 2 o Dreamcast), se ha cimentado en base a una calidad fuera de toda duda, representada por la solvente conversión de Halo para PC y Macintosh y, posteriormente, por la sólida serie bélica Brother in Arms.
Es ahora cuando llega Hell’s Highway, la tercera entrega, si no contamos las aparecidas para los sistemas portátiles, de Brothers in Arms, la alternativa por excelencia de los más sonados Medal of Honor y Call of Duty. Para la ocasión, Gearbox profundiza en un estilo de juego que los dos primeros Brothers in Arms supieron inaugurar revolucionando de manera genial el clásico concepto de los first person shooters bélicos en primera persona.
Acción y tácticas por igual
A priori, la metodología lúdica de un Brothers in Arms parece no diferenciarse en demasía de lo expuesto por cualquier otro juego de acción en primera persona. Pero los de Gearbox supieron imprimir a su obra un carácter que va más allá de las profundas premisas argumentales, que lejos de quedarse solamente en la narración de una historia implican ciertos matices que nos hace empatizar sobremanera con nuestros soldados y los hechos que les acaecen.
Hell’s Higway, al igual que sus antecesores, basan la parte más importante de su jugabilidad en imponer un componente táctico de lo más interesante. Poder dar órdenes a nuestros hombres para contrarrestar al enemigo abre un abanico de posibilidades que compensa sobremanera la brutal eficacia del ejército alemán, el cual, al igual que nosotros, es capaz de discurrir para descubrir nuestros huecos, abrir flancos y atajar allá por donde nosotros seamos más vulnerables. De hecho, un tiroteo en este juego puede durar bastante y ser algo mucho más profundo de lo habitual.
Como novedad, el capítulo de Hell’s Highway añade la posibilidad de cubrirnos al más puro estilo Gears of War o Uncharted. También existen ciertos elementos del escenario susceptibles de ser destruidos, conllevando el perder nuestros cobijos, pero no va mucho más allá de lo ya visto, precisamente, en los escasos elementos destruibles de las anteriormente citadas obras de Epic y Naughty Dog. Muy lejos se queda este Brothers in Arms de acercarse a lo implantado por Dice en el fastuoso Battlefield: Bad Company, pero tal y como está implantado no está en absoluto de más.
Tecnología en pie de guerra
La puesta en escena de Hell’s Highway es totalmente continuista con respecto a lo que vimos en Road to Hill 30 y Earned in Blood. No sólo seguimos con la historia de Baker, “Red” y compañía, sino que todo se ha magnificado en la medida que han permitido las manos de Gearbox con las nuevas tecnologías. Por así decirlo, la historia y su representación en pantalla es tan emocionante como espectacular.
En parte, culpa de ello la tiene el sensacional doblaje al castellano que el equipo de Agua MassMedia ha llevado a cabo, llevando al juego un cotizado plantel de auténticas voces de película. Así, la interpretación lleva la trama y el desarrollo del programa a unas cotas altísimas, a las que, la verdad sea dicha, Ubisoft nos está malacostumbrando. La banda sonora también contribuye a condicionar una ambientación perfecta, gracias a las experimentadas batutas de Ed Lima (Doom 3) y Duncan Watt (Rogue Galaxy).
Finalmente, hablaremos de los gráficos. En cierto modo, es la parte más floja del programa, ya que, si bien hacen gala de un diseño artístico a la altura de las circunstancias, denotan una geometría que se queda bastante lejos de lo visto en títulos contemporáneos. Del mismo modo, decepciona un tanto ver en qué ha quedado la tan difundida destrucción del escenario, que se queda en dos o tres detalles del decorado que no van más allá de lo visto en las roturas de mobiliario en Gears of War.
Conclusión
Estamos ante un juego realizado con mucho cariño, con un gusto por los detalles y la coherencia que lo aleja de títulos más livianos en su concepción lúdica. Brothers in Arms: Hell’s Highway es un shooter profundo, complejo y terriblemente carismático, con un estilo de juego que, siendo fiel a sus principios, se muestra radicalmente distinto a los megabombazos bélicos de Infinity Ward o Electronic Arts.
Cediendo absolutamente el protagonismo al modo campaña (a pesar de gozar de un más que competente apartado multijugador para veinte personas), puede chocar bastante el toparnos con una “carretera al infierno” que resulta en gran medida dura, a veces frustrante, ruda como ella sóla… Pero, en su áspera linealidad, en la fortaleza de sus retos tácticos, Hell’s Highway pide una oportunidad a gritos. Errarás si no se la das, créeme.