El nuevo shooter de EA proviene directamente del estudio de la compañía en Montreal, y tal y como prometió desde hace tiempo, fundamenta todo su armamento jugable en la cooperación de los dos mercenarios protagonistas, Salem y Rios. Desde los primeros disparos en el campo de entrenamiento hasta el último de los seis diferentes niveles de los que consta la campaña principal, tendremos que seguir una mecánica clara y concisa: apoyarnos en nuestro compañero. En otras palabras: no vale creerse Rambo con la máscara de Freddy Krueger tuneada y lanzarse a quemarropa contra la masa hostil de soldados. En todo caso, vale para acceder al añorado ‘Insert Coin‘.
La clave reside en el Agro
Ya sea llevando a uno de los mercenarios, con nuestro compañero siendo manejado por la Inteligencia Artificial de la CPU, o en el interesante modo cooperativo online, el diseño de los distintos niveles trata de aprovechar por activa y por pasiva nuestra capacidad de compenetración para acabar con los soldados enemigos. La cúspide de esta filosofía reside en el medidor de Agro, característica directamente importada de juegos multijugador online como World of Warcraft. El Agro se inclinará hacia Rios o Salem en cada caso, haciendo que los enemigos ataquen directamente al que más Agro acumule.
La forma de ganar puntos en este particular medidor no es otra que comportarse con agresividad, como es lógico. Vacíar el cargador de nuestra M5, lanzar granadas a diestro y siniestro… en definitiva, sembrar el pánico. En esos momentos, nuestro personaje se teñirá con tonalidades rojas, otorgando al compañero la capacidad de moverse entre las tropas hostiles sin ser visto. Si lo habéis entendido bien, deduciréis que la clave está en que Rios y Salem sepan jugar en cada momento el rol que les toque. Esta táctica es útil y necesaria, y además imprescindible para acabar con los enemigos de mayor resistencia, a los que resulta imposible tumbar de frente.
Conforme vamos avanzando en el juego, Army of Two consigue coleccionar un buen puñado de momentos que se desmarcan del arquetípico juego de disparos que tanto están aprovechando las diferentes compañías de software en esta generación. Aparte del mencionado Agro, cabe mencionar los ‘espalda contra espalda‘, donde nuestros héroes se verán rodeados y asediados mientras la cámara gira en torno a ellos a ritmo de ‘bullet time‘. Por otra parte, el sincronizar acciones de francotirador también será de la partida, aunque con menor intensidad y frecuencia. Además, nos toparemos en más de una ocasión con retos conjuntos del tipo ‘yo controlo el paracaídas y tú disparas’, que consiguen echarle más salsa a un género bastante trillado; el sensor de movimiento será de mucha utilidad en estos momentos, aunque lógicamente, sólo en Playstation 3. This is living, que dicen por ahí.
Tecnología cooperativa
A nivel gráfico, Army of Two podría resistir con suficiencia los duros exámenes que pasan los títulos de hoy día. Los puntos fuertes recaen en las espaldas del dúo protagonista, con un nivel de detalle muy notable en texturas y animación, así como en los escenarios, algunos más afortunados que otros. La verdad es que el juego empieza algo flojo, pero se va entonando conforme avanza la campaña. En este sentido, las dos versiones comentadas son prácticamente idénticas y no presentan problemas de rendimiento o ralentizaciones en ningún momento.
En lo que respecta al sonido, resulta todo lo contundente que se espera en un título de estas características. Aunque las melodías que suenan en los distintos menús están bastante bien, lo cierto es que durante el juego quedan absolutamente eclipsadas por los disparos, explosiones y los constantes gritos que pegan nuestros amigos mercenarios, por cierto, todo doblado al castellano y con un lenguaje en ocasiones algo subido de tono. La guerra es dura, colegas.
Conclusiones jugables
Army of Two es una excelente oportunidad para jugar codo con codo al lado de un compañero de juego. La campaña resulta algo corta, pero multiplica exponencialmente su intensidad cuando jugamos en cooperativo, al igual que aumentan las diferentes tácticas que podemos llevar a cabo para resolver cada reto. Y eso que la IA es solvente, y cuando caemos en combate nos suele arrastrar hasta un lugar seguro para ‘resucitarnos’… en la mayoría de los casos. En el resto se enreda un poco y acaba feneciendo a nuestro lado, en plan romántico.
Los aspectos más negativos del juego no sobresalen a primera vista; sin embargo, un segundo vistazo nos permitirá entrever que se han quedado bastantes cosas en el tintero; por ejemplo, sacarle más partido a las acciones específicamente cooperativas. La rueda de acciones de este tipo ofrece huecos vacíos, y lo del francotirador sincronizado o intercambiar armas no aportan prácticamente nada. Quizás sean este tipo de detalles los que dejan al programa de EA Montreal a las puertas de conseguir la etiqueta de triple-A. Con todo, el juego mantiene en todo momento un elevado nivel de calidad que no defraudará a ningún amante del género, poniendo quizá una sólida piedra para el comienzo de una exitosa saga.