Review FIFA 15 Xbox One

Review FIFA 15 Xbox One

Decía hace unos meses en Videojuegos En Clave, el programa de Radio Giralda, junto con el compañero Spidey, que FIFA estaba en proceso de llegar a una especie de colapso en sus entregas venideras. Tras probar FIFA 15, mi predicción radiofónica parece haber cobrado más sentido del que pudiera parecer en su momento; la razón principal es que la entrega del presente año está hecha por y para fans del juego. Sólo ellos (o debería decir nosotros, puesto que me incluyo sin ningún tipo de dudas), tras probar la nueva temporada que presenta EA Sports, serán capaces de distinguir a través del selecto y experimentado paladar las mejoras introducidas respecto a la dinámica jugable del pasado año. No existen gigantescos cambios de ritmo ni remontadas épicas en las entrañas de la programación de FIFA 15, pero en los menús se ofrecen noticias frescas de nuestro equipo favorito. ¿Es suficiente para coronarse campeón? De momento sí, pero quizás esto cambie si su competencia consigue verse capaz de asaltar el trono. Cuidado, que la autocomplacencia nunca es buena: que se lo digan al bueno de Benzema.

Profundicemos en materia jugable bajando a ras de césped, el cual por cierto luce mejor que nunca, aunque solo al principio de los partidos, puesto que al finalizar quedará hecho un cristo debido a las marcas dejadas por los jugadores durante el encuentro, ¡buen detalle!. FIFA 15 ha reforzado el conjunto visual formado por los movimientos que realizan los jugadores y el desplazamiento del balón que acompaña a los veintidós competidores; un poco en consonancia con el pequeño avance que se llevó a cabo en FIFA 14 Next-Gen, todo parece resultar creíble, convenciéndonos de que apenas asistiremos a rebotes antinaturales o animaciones erráticas. El fútbol, que está lejos de ser análogo a la ciencia de las matemáticas, se encuentra plasmado en el videojuego con su dosis necesaria de aleatoriedad, y lo realista de su propuesta de simulación, la mezcla a la que ya nos hemos acostumbrado; una coctelera en la que tienen cabida jugadas de ensueño, goles desafortunados, pases elevados extremadamente inteligentes y carreras brutales en el minuto noventa en las que cualquier ser humano echaría el bazo por la boca si lo intentara; pendiente queda, un año más, una revisión mucho más severa sobre la penalización del cansancio en los jugadores.

Review FIFA 15 Xbox One

FIFA 15 ha basado sus novedades del presente año en la revisión y reajuste de numerosos detalles jugables, muchos de ellos demandados por los propios seguidores del juego. Como ya expliqué a través de las líneas que le dediqué a las impresiones de la demo, FIFA 15 ha remodelado parte del tratamiento de la física del balón, sobre todo en lo que concierne a disparos de media y larga distancia. Este detalle revierte en positivo a mi parecer, ya que siempre viene bien dar la sensación de que el juego es capaz de representar una cantidad más elevada de situaciones distintas, y ahora los tiros pueden ir fuera con mucha más frecuencia que antes, reduciendo su tendencia a golpear el palo de la portería. Sin embargo,  el cambio más patente radica en la forma de defender, puesto que se ha rebajado notablemente el nivel de efectividad del movimiento de mantener posición, dándole más ventaja al atacante para dribarle, ya sea en velocidad o con el propio giro hábil del stick analógico.

Esto deriva en una mayor cantidad de oportunidades de gol que en el título previo, aunque en contraposición a ello, sumamos el tema antes comentado de la disminución de puntería por parte de los delanteros y, a su vez, al chute de vitaminas que ha recibido el portero, capaz de despejar el balón lejos de su portería cuando es capaz de alcanzarlo. Curiosamente, el ritmo de juego es muy, pero que muy similar al del pasado año; se comenta mucho que se ha subido la velocidad de juego, pero en realidad es el efecto provocado por favorecer al ataque sobre la defensa, aumentando la cantidad de jugadas ofensivas por partido. Por otro lado, en la lista de aspectos a los que se les ha dado una buena mano de pintura encontramos a los temidos centros desde la banda, los cuales generan un porcentaje muchísimo menor de goles que antes, o ciertos disparos a media distancia con el modificador de «tiro de calidad» que antes entraban sí o sí y ya no. Lo malo es que en dicha lista no ha tenido cabida el pase profundo por alto, que sigue siendo demasiado efectivo.

Sí que me gustaría destacar una pequeña novedad en el plano estratégico cuyo efecto resulta ser más grande de lo que podríamos pensar; como bien sabrá cualquiera que haya jugado últimamente a la saga, podemos variar el posicionamiento y actitud del equipo durante el partido, variando los matices entre temeroso y temerario. En FIFA 15 se han añadido dos extremos más acentuados: por un lado, Poner el autobús logrará que recordemos aquella épica semifinal de Champions en el Camp Nou en la que el Inter de Mourinho contó hasta con Eto’o y los aspersores para defender como cosacos, mientras que Todos al ataque será un movimiento tan suicida como espectacular, en el que faltará poco para ver al entrenador rematando de cabeza.

En cuanto al aspecto meramente cosmético, la verdad es que no encontraremos avances notables. Aquí podemos volver a aplicar la misma fórmula mencionada antes: si alguien que ha visto unos cuantos partidos de FIFA 14 asiste a un encuentro desarrollado con el nuevo título, le costará Dios y ayuda determinar las diferencias. Sin embargo, aquellos con ojo entrenado caerán en la cuenta de las celebraciones de gol con sus montoneras tremendamente realistas, que los jugadores se desplazan mucho más lentos al final del partido si van ganando para perder tiempo, o que constantemente los futbolistas interactúan entre sí llamándose la atención, señalando al compañero desmarcado o animando al compañero tras una buena acción. Buenos detalles, sin duda, pero que no nos borran la sensación de que la nueva generación podría dar muchísimo más de sí, superando de calle la representación gráfica del motor gráfico actual.

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Los modos de juego no han sufrido apenas cambios, aunque bien es verdad que tanto la versión de Xbox One como la de PS4 incluyen copas, ligas y torneos personalizados, modalidades que, de manera inexplicable, no se incluían en su pasada entrega. Así, la plantilla de modos de juego es como el juego de Xbox 360 y de PS3. El modo de Temporadas online sigue tan solvente como siempre, aunque podrían añadirse novedades que eleven el reto que proponen, puesto que al fin y al cabo no son más que una sucesión de partidos que no tienen ninguna relación unos con otros. Por su parte, Ultimate Team sigue tomando fuerza; el modo en el que rasgamos sobres para conseguir cromos con los que potenciar nuestro equipo se ha convertido en una fiebre que arrasa entre los compradores del juego. Como novedad, podremos comprobar las ventajas que tendría fichar a un determinado jugador, siendo posible probarlo integrándolo temporalmente en nuestro equipo.

En conclusión, FIFA 15, parece haberse encallado un poco, deteniendo el progreso meteórico que la franquicia ha manifestado en sus últimas apariciones. Aún así, me atrevería a decir que podríamos estar jugando al mejor FIFA de entre todas las entregas modernas, conformando un mejor juego que el del pasado año. Dicho esto, y visto el leve avance desempeñado el presente año, me parece bastante obvio señalar que la adquisición de FIFA 15 sólo merecerá la pena para sus más fieles seguidores. Comprobando las ventas del juego en su primera semana, es evidente que somos mucha, muchísima gente.

Publicado por

Pedja

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