Recuerdo perfectamente la primera vez que escuché hablar de cierta máquina recreativa que habían traído a los añejos salones de la calle Soledad, en el casco antiguo de Cádiz. Estaba en el recreo de Séptimo de E.G.B., y entre el aullar del resto de chiquillos conseguí captar la conversación de uno de mis compañeros de fatigas de aquella época…
«Pues resulta que hay una máquina de pelea que tiene unos luchadores grandísimos y tiran bolas de fuego y gritan «Ayuken«, y el otro día eché cinco pelotes y me llegué a un luchador final que me dio una paliza. Además es español…» Y fue escuchar esa última frase y volcar mi atención al cien por cien en mi colega. Los ojos, como platos, eran la antesala a ese cosquilleo especial que antes nos recorría cuando sabíamos algo sobre un nuevo juego. Y remarco el adverbio en negrita.
Total… un personaje español en un juego de pegar ostias, ¡genial! Enseguida quise indagar más y más sobre el juego, y en especial acerca de aquel compatriota que ya me empezaba a caer simpático. Los siguientes comentarios fueron exactamente los que siguen, si la neblina del tiempo transcurrido me lo permite: «Pues resulta que es un torero. Sí, es un torero porque tiene un traje como los de los toreros, pero es que además es un ninja.»
«Sí sí, pega unos saltos enormes por toda la pantalla, es rápido y fuerte, y además se agarra a una reja que hay en el escenario, que por cierto es un bar con gente bailando y tocando la guitarra. Es un torero y un ninja, y tiene una máscara como la de Viernes 13, y unas garras como la de Freddy Krueger. Y encima cuando gana, se quita la máscara y tiene toda la cara de un Caballero del Zodiaco«. Esta amalgama de sensaciones, evidentemente influidas por las benditas referencias pop de aquel tiempo, le otorgaba un aura especial a Vega, que nunca abandonó… ni siquiera cuando me enteré de que se llamaba Balrog, en realidad…
Yo también tuve una época de «enganche» con Vega. Un luchador español en un juego!, había que jugar si o si… aunque con el paso del tiempo ha hecho que siga eligiendo a Ryu xD
¡¡¡El Mesón de la Taberna!!!
Grande, Pedja!
No nos engañemos. Los nombres occidentales pegaba pm mucho mejor, vega suena mucho mas español que balrog. Y la m de mister bison mola mas que la m de miguelico. Jajajaja
Balrog el boxeador y Vega el español, fuero, son y serán por siempre 😛
Está claro que este ejemplo es una de las mejores experiencias que pudimos vivir en nuestra infancia, dudo mucho que nuestros hijos puedan un día sentir eso que tan bien has descrito. Por otro lado nunca le vi el punto negativo a descubrir que cambiaron los nombres de lugar, fue otro de esos descubrimientos de este GRANDISIMO juego que alimentó el amor que sentimos ya no solo por el sino por aquella época MAGICA. Las diferentes versiones para consolas, las pseudo continuaciones con turbos y personajes nuevos, el patético film de Van Damme (una de las mejores comedias de la historia del cine), la sobresaliente obra de animación japonesa (y cuando digo japonesa me refiero también a verla en japones…poque la BASURA de versión que nos colaron aquí era de vergüenza, censurada y sin poder oir una de las mejores BSO de anime de la historia), los cross-over interminables con héroes del universo Marvel, las precuelas en 32 bit cuyas animaciones quitaban el hipo….y nos hacían descubrir más secreto sobre la historia, y llegamos hasta hoy donde aún sigue levantando pasiones y nos hacen sentir tan felices al ver una nueva entrega en las tiendas como cuando nuestros padres se ponen a ver en la tele «una de vaqueros».
Sintámonos felices de haber vivido esas experiencias y atesorar esos recuerdos para poder decir con orgullo eso de: «En mis tiempos si que había juegos de lucha!!!!»