Review Dante’s Inferno

Visceral Games. Un nombre ajustado como un guante para un estudio desarrollador que nos acojonó de mala manera encerrándonos en una nave infestada de bichos malvados, haciendo que el conjunto de sonidos que nos atrincheraba por todos lados en la infestada Ishimura de Dead Space nos hiciera mirar hacia atrás en más de una ocasión. Y si en la aventura espacial tomaban las mejores referencias posibles en el género survival, para Dante’s Inferno repiten estrategia, basando casi todo su asentamiento jugable en God of War, toda una garantía de éxito.

Siendo sinceros, lo que más debería llamar la atención de Dante’s Inferno, tras echarle unas cuantas de horas, no debería ser su mimetismo jugable con el hack and slash de Sony Santa Mónica, sino el titánico y monstruoso trabajo de diseño artístico y conceptual. Desde las escenas de vídeo que brotan del pecho de Dante, en forma de tétricas y violentas animaciones cartoon, pasando por la notable adaptación del demoníaco poema que escribiese Dante Alighieri, del que se ha tomado la inspiración justa y necesaria para montar la historia de Beatriz, el descenso a los infiernos del cruzado y la aparición de personajes como Virgilio o Caronte.

Y es que no he dejado de asombrarme una y otra vez, conforme me iba adentrando en cada uno de los círculos infernales que componen esta diabólica. Pronto comenzaremos a darnos cuenta de que la decadencia que quiere transmitir el equipo de Visceral tras el juego ha logrado su objetivo con creces. Escalar una pared perlada de desdichadas almas que agitan sus brazos mientras aúllan suplicando clemencia, o el primer círculo que visitaremos, el de la Lujuria, son una perfecta introducción para comenzar a hacernos una idea de todo lo que nos espera después.

A modo de curiosidad, he trasteado un poco los Reviews publicados del juego hasta la fecha, y en algunos llegan incluso a quejarse de cierta obscenidad. Bueno, la verdad que el círculo lujurioso es una constante lucha entre penes y vaginas, custodiado por mujeres peligrosas con un clítoris extremadamente afilado. En mi opinión, no se puede hacer otra cosa que no sea aplaudir el torrente creativo desparramado por cada uno de los niveles de Dante’s Inferno. Sin desperdicio alguno.

El apartado técnico visual es notable, decente para los tiempos que corren, aunque sin llegar a sobresalir en ninguno de sus aspectos, excepto en su excelente rendimiento, a sesenta imágenes por segundo constantes en todo momento. Mejor aún es el conjunto sonoro: la música logra transmitir el ambiente de decadencia, desesperanza y desolación patente en todo el juego, y por encima de sus temas, un estremecedor abanico de voces del más allá, lamentos y quebrantos; me imagino a unos cuantos madridistas como yo viendo el Lyon – Madrid y y emitiendo tales sonidos…

¿Y la jugabilidad? Pues lo dicho, mucho, muchísimo de God of War: una cantidad justa de combos, muy sencillos y directos de hacer -nada de largas y enrevesadas combinaciones estilo Bayonetta-, un sistema de evolución de poderes a base de experiencia, dualidad de armas: la guadaña cuerpo a cuerpo y la cruz a distancia, y cantidad de QTE’s para rematar enemigos con arte y sadismo. De vez en cuando, la acción se toma un respiro y deja paso a secciones de pura habilidad plataformera y unos cuantos puzzles extremadamente lights.

Por causa del excesivo paralelismo jugable con God of War, Dante’s Inferno ha recibido más de un varapalo. Yo no lo veo así. Es cierto, ofrece poca originalidad y frescura al género, más allá de poder juzgar a los monstruos y castigarlos o perdonarlos para reforzar el poder pecaminoso o el redentor, respectivamente, y personalizar nuestro estilo de combate. Sus siete / ocho horas de juego pueden verse aumentadas si escogemos de principio el modo Difícil, recomendado encarecidamente para aumentar la intensidad del reto.

Dante’s Inferno acaba resultando una experiencia que enganchará sin remisión al seguidor del género de la acción, y que mantendrá intacto el interés a través de su historia y la tremenda exhibición de arte en el diseño. Su ambición no va más allá de lo que ofrece desde la primera media hora de juego, pero no te engaña en ningún momento: esto es lo que hay, ya has jugado algo parecido y ahora vas a volver a disfrutarlo con un envoltorio tan atractivo o más que en el original.

¿Alguna duda? Yo sí, una solamente: ese futuro descargable de los juicios de Santa Lucía, con un posible multijugador… sí está anunciado desde el lanzamiento del juego, qué menos que sea gratuito cuando salga, ¿no?

Publicado por

Pedja

https://plus.google.com/108451085987227805779/

6 thoughts on “Review Dante’s Inferno”

  1. Pues sólo he probado la demo, que me ha parecido artísticamente espectacular. Pero jugablemente no me ha terminado de entusiasmar, me temo porque lo he probado de manera más que injusta, mientras que me paso el Ninja Gaiden II…

  2. estoy contigo en eso que dices, genial para los amantes de la acción. Otra cosa que me hace gracia que escribes y que ya es de coña, es que los juegos piden ser empezados todos en difícil para que te hagan disfrutar

  3. Pues gracias a que pusiste esta entrada Pedja me he animado a pasármelo. Francamente es un clon del God of War, pero a los usuarios de 360 la verdad es que poco nos importa.

    Coincido en lo que decías (porque creo que ya no aparece en la entrada original) que en ciertos momentos existe un cierto toque de grosería en algunos enemigos (lo del clítolis) aunque a mí lo que más asco me inspiró fue el tema de los gusanos en el círculo de la Gula. Tampoco puedo decir que me hiciese mucha ilusión el estar una y otra vez haciendo pruebas y más pruebas para llegar a Beatriz, aunque el resultado mereciese la pena.

    Me deja un buen sabor de boca este título y sólo puedo decir que estoy esperando saber qué será de Dante en el Purgatorio. Aunque eso sí, espero que su secuela no me obligue a poner al máximo el brillo del juego. Porque mis ojos casi explotan con el que veía por defecto.

    Un saludo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *