Hay quien dice por ahí que los españoles somos los que más nos dejamos arrastrar por las modas y los tópicos. Pozí, Amparo. A mí me parece una tontería, cuñaooooo!!!
Autor: Jesús G. Burgos
Día: 3 de junio de 2008
Packs de ayer, hoy y siempre: Erbe 88
Lanzado para animar las ventas en la campaña navideña de 1988, el pack llamado Erbe 88 aglutinaba cinco juegos de diverso calibre, aprovechando para lanzar al mercado dos juegos de Topo Soft: Coliseum y Titanic. En la galería de imágenes os adjunto unas cuantas fotos que he sacado al pack que conservo a día de hoy, en su versión MSX. Bueno, y una breve reseña para cada uno de ellos:
–Coliseum: programado por Eugenio Barahona para Topo Soft, autor entre otros del negativamente idolatrado Score 3020, ofrecía una más que interesante rutina de movimiento del coliseo mientras nuestro Benurio particular hacía rodar cabezas montado en su cuádriga.
– Operation Wolf: Comentado hace poco en el PixeBlog, era, en mi opinión, la joya del pack; un notable acercamiento a una recreativa que hizo época.
– Titanic: Una aventura con mucha acción en el fondo del mar; Topo Soft nos embarcó en la búsqueda de la caja fuerte mejor guardada por el Titanic, mientras Gominolas nos regalaba los oídos con su mejor composición, inalterable con el paso del tiempo.
– Chicago’s 30: El tercer título de Topo en esta compilación, y uno de sus peores ejercicios jugables de toda su carrera. La idea no era mala: gángsters, limusinas, ensaladas de disparos y un escenario a modo de teatro, donde cada vida era representada con un espectador sentado en su butaca. La implementación, pésima, daba paso a un arcade lento, anodino e injugable.
– Psycho Pigs Uxb: La gran sorpresa del pack. Sólo de ver el cerdaco heavy de la portada, más feo que Bebop y Rocksteady juntos, te hacía pensar rematadamente mal del juego; nada más lejos de la realidad: ligeramente basado en la idea de Bomberman y partiendo de una recreativa de Jaleco de 1987 (Butasan), nos encontramos a una piara de cerdos que se tiran bombas unos a los otros; dichas bombas tienen un contador que cuando llega a cero, hace que exploten. El maremágnum que deriva de todo esto resulta bastante divertido, y no te digo nada si escuchamos la descacharrante melodía una y otra vez.