Andaba yo ojeando mi colección de revistas antiguas de videojuegos, colección que se vio seriamente afectada cuando me tiraron la pila de Micromanías estilo sábana de la Segunda Época. Pero bueno, sobreviven algunas más recientes, como la Micromanía que ilustraba el querubín del Messiah de Shiny en portada, concretamente el número 35. Estamos, sitúense, en plenas navidades del año 1997.
Pues ni corto ni perezoso, y releyendo la sección tan didáctica como descacharrante llamada Cartas al Director, decidí que era un buen momento para escanear la página y ofrecerla a ustedes, queridos lectores. Porque la información que nos proporciona es muy importante, totalmente confidencial y muy difícil de encontrar en otro lado. Nada más y nada menos que los requisitos gráficos que debe tener nuestra máquina para jugar al absurdamente esperado Duke Nukem Forever. Y es que, quién iba a pensar que finalmente el añorado chipset 3DFx nos daría la potencia necesaria para hacerlo correr con la máxima calidad… ¡y ya se sabía hace doce años!