El grupo desarrollador indie Desconstructeam comenzó la aventura de Gods will be watching en una Ludum Dare, competición en la cual cada participante dispone de un tiempo muy limitado para programar y mostrar al público un videojuego que gire en torno a una temática previamente dada. El nivel creado entonces se ha convertido ahora en un tour-de-force de seis fases en las que pasaremos constantemente del negro al blanco, del frío al calor, del sentido regocijo al cabreo absoluto; una relación amor-odio de las más intensas que uno pueda recordar en un ejercicio de este calibre. Entre todas las acciones disponibles que el comandante Burden y su equipo tendrá a su disposición, nos será imposible localizar la de mantenernos indiferentes; no tiene cabida aquí.