Review Ratchet & Clank: Armados hasta los dientes

Que Armados hasta los Dientes sea el subtítulo de la nueva entrega de Ratchet & Clank no es casualidad, ni mucho menos. El equipo de Insomniac suele dejar atados todos los cabos en cada uno de sus proyectos, y el último ejemplo lo podemos jugar desde hace unas cuantas semanas, en nuestra Playstation 3.

La saga nació en los albores de Playstation 2, dejando su marcada impronta con cada nuevo episodio. La sutil mezcla entre plataformas y acción en tercera persona, pasada por un filtro cercano al de cualquier serie de animación, logró el efecto deseado en Sony. De este modo Ratchet y Clank se convirtieron en auténticos iconos de la consola, compartiendo el premio de ‘pareja de oro’ con Jak y Daxter.

Ratchet Armados hasta los dientes

Un arsenal next-gen

El salto a la nueva generación, sin embargo, no ha sido nada traumático. De hecho, nuestros héroes podrían cantar aquello de ‘la vida sigue igual’, ya que seguimos disfrutando de un dinámico desarrollo jugable entre saltos, pequeños puzzles y ensaladas de disparos. Yo diría que, en este caso, el apartado ‘shooter’ está más presente que nunca, para lo cual tendremos a nuestra disposición un delirante arsenal de artefactos tan bizarros como el Molatrón, una auténtica bola de discoteca que hará bailar a los enemigos.

Al mencionado dinamismo contribuyen en grandes cantidades los ‘paréntesis’ y minijuegos que sabiamente nos hace llegar el videojuego de vez en cuando. Desde simples y directas aplicaciones del sensor de movimiento del SixAxis, planeando por el aire y esquivando enemigos, hasta auténticos homenajes a clásicos arcades espaciales como StarFox, pasando por zonas donde habrá que darle más al ‘coco’ que al gatillo, en las cuales el protagonismo será del fiel robot Clank.

Ratchet Armados hasta los dientes

Tecnológicamente hablando, y aunque los títulos de Insomniac siempre han destacado por exprimir el hardware de la consola, en esta ocasión no llegaran al extremo de dejarnos con la boca abierta. Si bien el trabajo de diseño artístico es sobresaliente, con decorados, estructuras y personajes que bien podrían formar parte del próximo proyecto de Pixar, hay que decir que los gráficos simplemente cumplen lo que se espera de ellos a estas alturas.

Y es que se nota la alta definición, se agradecen sobremanera los sesenta frames por segundo, pero podrían haberse mejorados muchas de las texturas que nos encontraremos en nuestro viaje por, desluciendo un poco este apartado. En cuanto al sonido, la banda sonora acompaña perfectamente al espíritu del juego, entremezclándose con un doblaje profesional, sin estridencias ni pasadas de rosca, con la entonación correcta en cada momento y aportando gotas de humor muy ácido, marca de la casa.

Respecto al control, poco que objetar; tanto las funcionalidades clásicas propias de la acción y las plataformas en tercera persona -saltos, piruetas, apuntado preciso, utilización de gadgets- como las que aprovechan el Sixaxis responden a la perfección; el interfaz de selección de gadget/ arma no es malo, aunque echo de menos un acceso más rápido para cambiar entre las armas que más utilicemos.

Ratchet Armados hasta los dientes

Conclusiones

El nuevo Ratchet & Clank continua la senda de sus antecesores con un buen estreno en la nueva generación. Notable a nivel técnico, sobresaliente en su diseño a nivel artístico y variado a través de sus distintos tipos de retos -geniales los niveles tipo Starfox-. De todas formas, se echa en falta que no se haya introducido nada realmente innovador, por ejemplo, un modo multijugador cooperativo. Esencial, en suma, para los seguidores de la saga, y un buen punto de partida para la nueva plataforma de Sony.

Ratchet Armados hasta los dientes: 9

No es país para viejos: cara en la moneda de Bardem

La película de los hermanos Coen ha logrado ganar cuatro estatuillas doradas en la reciente ceremonia de los Oscar. Alzándose con el título de mejor película, también ha permitido que el lucimiento pausado, frío e implacable de Javier Bardem le haya reportado al actor español su primer Oscar. Y no me cabe duda que lo ha conseguido por sus propios méritos. Vamos, que me resulta inolvidable aquella histriónica actuación en los ahora lejanos Huevos de Oro. Desde entonces ha recorrido un largo camino, que ha cristalizado con Chigurgh, el asesino del aire comprimido.

Bardem

Me consta que la película ha tenido una crítica bastante buena en todo el mundo, como podemos observar en la nota media que figura en la IMDB, más de 8.5. Sin embargo, es curioso que dicha valoración decrece bastante a la hora de sondear a la gente que conozco y ha visualizado el filme. Desde luego, No es país para viejos es bastante atípica. Puede encuadrarse en el cine de acción, supongo, pero sus continuos y bruscos cambios de ritmo hacen que atraviese por tramos bastante lentos, o por curvas en forma de situaciones surrealistas que rozan el absurdo, con ciertos toques de humor negro.

Pero, sobre todo, el filme esconde cierta cantidad de aportaciones mucho más profundas de las que uno pudiera esperar. Y creo que los Coen persiguen dejar ese sabor en el paladar del espectador a través del terrorífico y desesperanzador sueño que Tommy Lee Jones describe en la reflexión final que antecede a los créditos. Otras metáforas escondidas en el metraje representan la codicia, los remordimientos, el estado de la sociedad actual o la sociopatía de ciertos individuos que se concentra y explota exageradamente en el personaje de Bardem. Un Bardem al que, definitivamente, salió cara en la moneda que utiliza en la película para decidir si quita o no la vida a su próxima víctima.

No Country for Old Men

El PixeBlog de Pedja 2.0

He tardado un poco, es verdad, pero al final creo que no ha quedado del todo mal. Decimos adiós a Blogger, manteniendo la primera versión del PixeBlog, y saludamos a WordPress y a un tema más cercano al 2.0 que tan de moda está últimamente. En cualquier caso, los contenidos seguirán siendo como siempre, y lo que espero es que todo sea más limpio y claro para vosotros, que me seguís leyendo desde aquel 13 de Noviembre del 2006. Un fuerte saludo y espero que me acompañéis en esta nueva andadura. Cualquier propuesta y sugerencia sabed que será, como siempre, agradecida. Nos leemos.

PixeBlog 1.0

Monólogo: Esperando para jugar

Pues resulta que hay cantidad de gente que se queja. Quejarse sale barato y, como en Telepizza, hay ofertas de 2 por 1 toda la semana. Que si sube el precio del pollo, que si hay poco trabajo, que si la Playstation 3 tarda mucho en cargar un juego… Nada, nada. De vicio. Si el conejo está tirado y sabe igual. ¿No curras? Hazte un blog. Millones de blogueros no podemos estar equivocados. Y lo de la instalación en la Play3 es que ya clama al cielo.

Instalando en PS3

Resulta que si introduces con suavidad un videojuego en la consola por primera vez, el proceso de instalación será inevitable. Diez minutos, tal vez. En algunos casos dicen que ha llegado hasta la terrorífica cifra de sesenta largos segundos multiplicados por quince. Que regalen una Gillette con el juego, dicen. Para afeitarte la barba mientras. Cómo se nota que no han vivido la maravillosa época de los ordenadores con cassette. Joder, eso sí que eran esperas.

Y no una espera cualquiera, no. Una espera en condiciones. Veinticinco, con premio, minutos. Esos no te los quitaba nadie. Porque por aquel entonces, un disco duro se refería a un LP del Fary. Duro de escuchar. Así que nada de preinstalaciones ni mariconadas de esas. Cada vez que cargábamos un juego, debías esperar los veinticinco minutos correspondientes. Eso sí, amenizados por bonitas pantallas de carga, que, si el juego era español, podían regalarnos el esbozo de una teta, o las dos directamente. Pensaban en nosotros. En ellas no.

Game Over

Lo malo es que, tras esperar esos veinticinco, y van tres, minutos, había veces que la cosa salía mal. Los astros no se alineaban y el mensaje fatídico de Load Error podía llegar en cualquier momento. No pasa nada. Teníamos toda la tarde y un par de bocadillos de chorizo para volver a intentarlo. Éramos jóvenes. Aún no nos salía barba… si acaso un comienzo de bigote y pelusilla. Además, ¿qué diablos era eso del azimuth? Porque cuando íbamos a devolver el juego con nuestra mirada de lástima y la profunda frase «No carga», el dependiente de la tienda probaba nuestro juego en su ordenador, y le cargaba sin problemas. Con lo cual nos comíamos el cassette y los mocos. Y nos decía que era por culpa de nuestro azimuth. Como un día me lo encuentre por la calle se va a enterar. Va por el azimuth, claro. Y por el dependiente.

Total, que la gente se queja de vicio. Qué son quince minutos para instalar el juego en la consola. Y además, sólo hay que esperar una vez. Pero bueno, todavía podéis quejaros por algo: no vais a ver ni una sola teta dibujada por Azpiri o Royo mientras se instala el juego.