Ayer asistimos a un Partido de Fútbol, así con mayúsculas, en los cuartos de final de la Champions League. Liverpool y Arsenal libraron una batalla donde las armas más poderosas fueron la intensidad, la fuerza, la técnica y la nobleza. Cuatro propiedades que rayaron a un nivel de sobresaliente, muy por encima de lo que hoy por hoy podemos ver en nuestra Liga de Fútbol. Y eso causa envidia, sana, pero envidia al fin y al cabo.
Está claro que el nivel de los equipos de fútbol españoles ha ido decayendo en los últimos años. Desde la Champions League que consiguiera el Barcelona ante el Arsenal, y con las excepciones del meritorio rendimiento del Sevilla, mucho más apagado este año, y la voluntad indómita e infinita del Getafe, estamos en línea claramente descendente. El Real Madrid va a alzarse con su segunda liga consecutiva, dos campeonatos que tienen un factor común bastante preocupante: el bajo nivel de juego exhibido. No se puede negar los destellos de luz, aportados por Guti y Robinho, y los arranques de ‘furia’ que le han hecho conseguir más puntos de los que mereciese por su juego. Sin embargo, ahí están los sonrojantes resultados en Champions.
El Barsa también está contribuyendo, con su galacticidio y el síndrome de la pena de Ronaldinho. Los dos grandes palidecen a todas luces cuando los comparamos con la explosión de intensidad que se vivió en el Liverpool – Arsenal de anoche. La fuerza que siempre desprende el fútbol inglés se complementa con técnica y velocidad, no dar ni un minuto de tregua y pasar del amaneramiento que padecen nuestros equipos. Sin ir más lejos, ayer no se interrumpió el juego aunque hubiese un jugador en el suelo. Ni trampa ni cartón: fútbol puro y duro. Y Torres, Cesc, Reina y Xabi Alonso, refulgiendo en el césped, mientras que nuestros grandes siguen desparramando millones por jugadores bluffs extranjeros. Envidia sana de los que cantaron el You’ll never walk alone, una vez más.
Fue un partidazo de los que hace afición. Pero bueno, nosotros tenemos a nuestro gran cadi, que corren el doble que esos dos juntos xDDDD
La verdad es que los partidos entre ingleses, a nivel de espectáculo, le sacan 8 millones de puntos a los españoles, en los que más de uno invita a irse a casa.
La velocidad y las ganas con la que juegan por las islas me trae una envidia del copón, y aunque sean dos perspectivas distintas de ver el fúrgol, la verdad es que aquí el concepto de cojones más de uno lo tiene por los suelos…Y hablando de suelo, como tú dices, allí te dan dos patadas, te levantas y ale campeón, seguimos jugando, mientras que aquí damos un «poquito» de asco en ese sentido.
Me has sacado la vena «damos asco» xD.
Y a Fran, si me lees, a ver si er Cadi sube otra vez cohone, que entre el Recre y er Cadi tenemos que robarles minutos en Canal Sur a los dos de Sevilla xDDD. Ya en serio, se os hecha en falta ;).