Top Ten Zombies en los videojuegos

10.- Corpse Killer (Digital Pictures, 1994)

El más desconocido del Top, y seguramente el más chungo; aún así, Corpse Killer era una oportunidad única para matar zombies en Full Motion Video, con imágenes reales. Contó con versiones para 3DO, SEGA CD, 32X y Saturn, y aquí os dejo un vídeo para que os hagáis a la idea de cómo era el juego:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=85DBZR9yRY8&rel=1[/youtube]

9.- Stubbs the Zombie (Wideload, 2006)

Por una vez y sin que sirva de precedente, el jugador será el encargado de controlar al zombi, y hala, a comer cerebros sin ton ni son. Este descabellado argumento sirve de trasfondo a un divertido juego de acción que pasará a la historia por ‘utilizar el motor gráfico de Halo’ y por mostrar el lado más humano de un zombi. Si es que eso tiene sentido.

8.- Splatterhouse (Namco, 1988)

Rick y su máscara de la muerte se cansaron de destrozar zombies y otras creaciones aberrantes en la saga de Namco. Su magnífica y aterradora ambientación, con aportaciones de clásicos como Viernes 13, causaron sensación en los salones recreativos y posteriormente en Pc-Engine o Megadrive, donde continuó la saga. Una de las bases más firmes para los siguientes juegos de la lista.

7.- Zombies ate my neighbours (LucasArts, 1993)

El juego de LucasArts parodiaba a las pelis de miedo, ofreciendo una vista cenital apta para dos jugadores simultáneos, en pos de salvar a los pobres e insensatos vecinos de ser engullidos por malvados zombies. Lanzado en Super Nintendo y Mega Drive, Zombies equivalía a diversión en estado puro, siendo referencia obvia del reciente Monster Madness.

6.- Doom 3 (Id, 2004)

Si el criticado juego de Id Software podía presumir de algo, era de su impresionante ambientación, a través del juego de luces y sombras que exhibía su motor gráfico. Aunque ya existían zombies en el Doom original, en esta tercera parte se modelaron más al estilo de un Survival Horror. El zombi obeso, por ejemplo, es todo un ejemplar pesadillesco que merece su aparición en este Top Zombi.

5.- Blood (Monolith, 1997)

Blood es un clásico por muchas razones, aunque quizás su mayor virtud fuese el diseño de armas, enemigos y niveles, y las continuas referencias a películas del género de terror, aderezado con el irónico humor del protagonista, Caleb. Y de lo mejorcito, sin duda, el jugar al fútbol con las cabezas de los zombies. Mis colegas y y yo competíamos para ver quién las pateaba más lejos. Retrovisión de Blood aquí.

4.- House of the Dead 2 (SEGA, 1999)

Una de las máquinas estrella de cualquier salón recreativo, capaz de sobrevivir en ellos, cual muerto viviente, hasta el día de hoy. La segunda entrega de House of the Dead ofrecía ríos de sangre zombi, muchos tiros y recargas traicioneras. Incluso se hizo un remake (Typing of the Dead) en el que destrozábamos zombies y aprendíamos mecanografía a la vez. Nunca un zombi fue tan didáctico; y tú que pensabas que no tenían ‘ssserebroo…’

3.- Ghost and Goblins (Capcom, 1986)

Piensa en el primer zombi hostil que se te venga a la cabeza. Un momento, ¿es que hay algún zombi que no sea hostil? Volvamos a empezar. Un muerto viviente pelirrojo, vestido de azul, al que le gusta salir de parranda por las noches en el cementerio. ¿De qué juego estamos hablando? Pues claro. La fase más típica de uno de los clásicos de la historia del videojuego. Sir Arthur sueña con ellos todas las noches.

2.- Dead Rising (Capcom, 2006)

Ningún otro videojuego ha captado mejor la esencia de las películas de zombies del maestro del género, George Romero. Y resultará muy complicado que lo superen. En Dead Rising tenemos el centro comercial, las víctimas desesperadas, las armas improvisadas -desde un monopatín hasta un bate de béisbol o un peluche- el humor negro y sobre todo muertos vivientes. Todos los que quieras.

1.- Resident Evil (Capcom, 1996)

Un podio copado por tres títulos de Capcom, auténtica especialista en el arte del zombi. Y un primer puesto rematado por una obra maestra; el juego que encumbró al género del survival horror, perfilando y mejorando las pautas que un día inventara Alone in the Dark. La terrorífica mansión escondía muchos secretos, pero los mayores sustos, como aquel dichoso armario el cual nunca debí abrir, nos lo dieron los puñeteros zombies.