Pues resulta que hay cantidad de gente que se queja. Quejarse sale barato y, como en Telepizza, hay ofertas de 2 por 1 toda la semana. Que si sube el precio del pollo, que si hay poco trabajo, que si la Playstation 3 tarda mucho en cargar un juego… Nada, nada. De vicio. Si el conejo está tirado y sabe igual. ¿No curras? Hazte un blog. Millones de blogueros no podemos estar equivocados. Y lo de la instalación en la Play3 es que ya clama al cielo.
Resulta que si introduces con suavidad un videojuego en la consola por primera vez, el proceso de instalación será inevitable. Diez minutos, tal vez. En algunos casos dicen que ha llegado hasta la terrorífica cifra de sesenta largos segundos multiplicados por quince. Que regalen una Gillette con el juego, dicen. Para afeitarte la barba mientras. Cómo se nota que no han vivido la maravillosa época de los ordenadores con cassette. Joder, eso sí que eran esperas.
Y no una espera cualquiera, no. Una espera en condiciones. Veinticinco, con premio, minutos. Esos no te los quitaba nadie. Porque por aquel entonces, un disco duro se refería a un LP del Fary. Duro de escuchar. Así que nada de preinstalaciones ni mariconadas de esas. Cada vez que cargábamos un juego, debías esperar los veinticinco minutos correspondientes. Eso sí, amenizados por bonitas pantallas de carga, que, si el juego era español, podían regalarnos el esbozo de una teta, o las dos directamente. Pensaban en nosotros. En ellas no.
Lo malo es que, tras esperar esos veinticinco, y van tres, minutos, había veces que la cosa salía mal. Los astros no se alineaban y el mensaje fatídico de Load Error podía llegar en cualquier momento. No pasa nada. Teníamos toda la tarde y un par de bocadillos de chorizo para volver a intentarlo. Éramos jóvenes. Aún no nos salía barba… si acaso un comienzo de bigote y pelusilla. Además, ¿qué diablos era eso del azimuth? Porque cuando íbamos a devolver el juego con nuestra mirada de lástima y la profunda frase «No carga», el dependiente de la tienda probaba nuestro juego en su ordenador, y le cargaba sin problemas. Con lo cual nos comíamos el cassette y los mocos. Y nos decía que era por culpa de nuestro azimuth. Como un día me lo encuentre por la calle se va a enterar. Va por el azimuth, claro. Y por el dependiente.
Total, que la gente se queja de vicio. Qué son quince minutos para instalar el juego en la consola. Y además, sólo hay que esperar una vez. Pero bueno, todavía podéis quejaros por algo: no vais a ver ni una sola teta dibujada por Azpiri o Royo mientras se instala el juego.
Je, es que la gente se queja por nada. X-DDDDD
Además, en la plei seguro que no les sale un load error de esos. 🙂
Vivimos en una sociedad acelerada donde todo tiene que ser al instante, a nosotros nos enseñaron a ser pacientes, y no de hospitales. X-D
Estoy de acuerdo, se quejan de lleno… pero tampoco recuerdo ni un juego que demorase 25 minutos en cargar… al menos en mi MSX no demoraban tanto…
Rodrigo
Grandes ritos se han perdido como lágrimas en la lluvia: no mover el joystick por si se cuelga, ni tocar el ordenador, ni darle a ninguna tecla, ni sentarse cerca, ni respirar sobre el teclado…
A todo esto, creo que nunca tuve un juego que tardase tanto en cargar (excluyo los multicarga, ojo) como el Magnetron…. bueno, tal vez el After the War.
Algunos hasta tapaban la televisión con un paño para no interrumpir la carga. Y para que vamos a hablar de los juegos multicarga…
jajaja.. el gustazo que da ahora jugarlos con emuladores (y poder acabar algunos gracias a poder guardarlos no tiene precio, aunque sea con trampa). Solo de pensar en aquellos terroríficos instantes en los que un juego dejaba de cargarte a la primera y tras varios intentos infructuosos conseguía cargar es que se me pone la piel de gallina.