España 4 – Rusia 1: Calidad y cautela

Spain-Russia

Un estreno en condiciones. España ha logrado golear a su débil rival en el partido de su estreno en la Eurocopa de este año, y con eso ha conseguido algo más que tres puntos, al contrario de lo que proclama Aragonés. Porque ha conseguido tranquilidad, que falta le hacía. El ridículo preeuropeo que había firmado contra Perú y Estados Unidos bien merecía una elevación del nivel como la de esta tarde. También ha conseguido consolidar al ariete español, Villa, con un hat-trick más que merecido. Claramente, el delantero gijonés está un punto por delante de los demás.

Pero no todo lo logrado viene bien; la temida euforia vuelve por sus fueros, y ya se escuchan los gritos de Campeones por las calles. Aquí somos así. Más le vale a la selección mirar hacia atrás, porque hace dos años el comienzo fue prácticamente calcado: cambiemos a Rusia por Ucrania y mantengamos el nivel de vodka de ambas defensas, frágiles y con menos cintura que Jet Set Willy, y tomemos el fracaso final como un aviso de lo que puede pasar si el equipo se confía.

Por lo demás, decir que España, sorprendentemente, ha brillado en las jugadas de velocidad y profundidad más que en el toque y tiqui-taka; el contraataque ha sido nuestra mejor arma, y Torres nos sorprendió a la hora de robar el balón y asistir a Villa en el primer gol. Eso sí, la ‘caraja’ nos ha sobrevenido en demasiadas ocasiones, y los peregrinos rusos nos han tenido contra las cuerdas durante muchos minutos, tiro al palo y desajuste defensivo a balón parado incluído. Más nos vale andarnos con ojo cuando en lugar de Pavlyuchenko tengamos enfrente a Ibrahimovic.

Y en cuanto a jugadores, destello estelar de Iniesta y poco más, bien Senna en la destrucción, interesante refresco de Cazorla y muy mal Sergio Ramos, que me está decepcionando en los últimos partidos con la selección. A pesar de todo, la cosa ha empezado bastante bien. A seguir así. Y lo de Campeones, que se grite al menos, cuando superemos cuartos.

Pre-Eurocopa: España 2- Perú 1

España Peru

Ya que restan apenas diez días para que nuestra selección debute en la Eurocopa, sí que hacen falta ensayos como el de ayer en el Colombino. Lo malo es que ha servido, entre otras cosas, para calar un poco más la desconfianza en el equipo que ronda por la afición. Con razón.

Y eso que la calificación para la cita de Suiza y Austria terminó bastante bien. Sin deslumbrar, pero con los deberes bien cumplidos. Pero con partidos como los de ayer, Grecia o Rusia pueden mojarnos la oreja a las primeras de cambio, y mandarnos a casa de forma vergonzante. Vaya defensa que tenemos. Puyol este año ha estado regular, y no parece que vaya a cambiar ahora. Sergio Ramos acelerado, le va la vida en cada control de balón y con las ansias falla una y otra vez. Y Marchena… bueno, él solito se define en el pifiazo ‘Cannavaro Style‘ de ayer. Aragonés y su gusto por los jugadores del Valencia. Pues nada. Menos mal que Capdevila es especialista en barullos.

Es cierto que se crearon varias jugadas de ataque, algunas bien trenzadas y que merecieron acabar en gol; sin embargo, sin extremos se hace complicado llegar con claridad a encarar al meta contrario, y aunque Xavi e Iniesta hacen buena pareja, sigo echando mucho de menos al mejor asistente de la Liga, Gutiérrez. El del culo pelado no tiene excusas para no haberlo llevado, simple y llanamente, es así.

Y en punta de lanza, sol y sombra. Villa, que ha hecho una temporada horrible -su final de Liga no lo salva-, parece llegar más fresco y espabilado que sus compañeros. En cambio, Torres hace una temporada memorable y hace cantar a los hooligans en su nombre, y cuando llega a la selección se confunde con una extraña neblina que le hace desafinar la puntería y la verticalidad. En esas estamos. El miércoles, la última prueba. Espero ver jugar a Cesc mandando en el campo. Si es así, tendremos mucho más porcentaje de éxito, si es que Marchena lo permite.

Super Contra: mi homenaje al Getafe

Había preparado este pequeño homenaje a un equipo que jugando con diez había dominado y controlado en todo momento a un histórico campeón de Europa como es el Bayern de Munich. Caer de forma absolutamente injusta en el minuto 118 del partido no hace que no se merezca todos los elogios futbolísticos posibles. Ahí va, pues, teniendo como protagonista al héroe de Munich y al que marcó primero esta noche. Desde luego, hoy el Getafe se comportó como un equipo grande, con todas las letras.

Super Contra - Getafe

Envidia sana en Anfield Road

Liverpool - Arsenal

Ayer asistimos a un Partido de Fútbol, así con mayúsculas, en los cuartos de final de la Champions League. Liverpool y Arsenal libraron una batalla donde las armas más poderosas fueron la intensidad, la fuerza, la técnica y la nobleza. Cuatro propiedades que rayaron a un nivel de sobresaliente, muy por encima de lo que hoy por hoy podemos ver en nuestra Liga de Fútbol. Y eso causa envidia, sana, pero envidia al fin y al cabo.

Está claro que el nivel de los equipos de fútbol españoles ha ido decayendo en los últimos años. Desde la Champions League que consiguiera el Barcelona ante el Arsenal, y con las excepciones del meritorio rendimiento del Sevilla, mucho más apagado este año, y la voluntad indómita e infinita del Getafe, estamos en línea claramente descendente. El Real Madrid va a alzarse con su segunda liga consecutiva, dos campeonatos que tienen un factor común bastante preocupante: el bajo nivel de juego exhibido. No se puede negar los destellos de luz, aportados por Guti y Robinho, y los arranques de ‘furia’ que le han hecho conseguir más puntos de los que mereciese por su juego. Sin embargo, ahí están los sonrojantes resultados en Champions.

El Barsa también está contribuyendo, con su galacticidio y el síndrome de la pena de Ronaldinho. Los dos grandes palidecen a todas luces cuando los comparamos con la explosión de intensidad que se vivió en el Liverpool – Arsenal de anoche. La fuerza que siempre desprende el fútbol inglés se complementa con técnica y velocidad, no dar ni un minuto de tregua y pasar del amaneramiento que padecen nuestros equipos. Sin ir más lejos, ayer no se interrumpió el juego aunque hubiese un jugador en el suelo. Ni trampa ni cartón: fútbol puro y duro. Y Torres, Cesc, Reina y Xabi Alonso, refulgiendo en el césped, mientras que nuestros grandes siguen desparramando millones por jugadores bluffs extranjeros. Envidia sana de los que cantaron el You’ll never walk alone, una vez más.