Retrovisión: Sacrifice, la deidad olvidada

Si será por Top Ten, ¿verdad? Últimamente me ha dado por este tipo de listas, y más que nada me merece la pena por las discusiones y polémicas que me pego con mis colegas y con los asiduos al blog. Alguna vez podría tocar un Top Ten de los juegos más infravalorados de la historia. Y creo que tengo claro uno de los juegos que incluiría en esta lista: Sacrifice. Yo me atrevería a decir que fue el mejor videojuego de Shiny. Después de Matrix Online, claro.

Vale, que lo de Matrix Online era coña. Por si acaso. La verdad es que Shiny ha tenido serios altibajos en su carrera desarrolladora; más o menos como su cabeza pensante, el controvertido Dave Perry. Auténticos bombazos de originalidad y frescura como fueron MDK o Earthworm Jim, y batacazos comerciales como Messiah (uno de los primeros juegos que sufrieron en sus propias carnes las frías garras del hype) o cualquier juego de la saga Matrix.

Antes de meterme en faena con Sacrifice, reivindico desde aquí también a Messiah: la idea era, cuanto menos, original: poseer a los personajes repartidos por los distintos niveles para poder aprovechar las habilidades de cada uno y pasar desapercibido. Los entornos industriales eran gigantescos y el motor tridimensional sólido y currado para la época. Otro día hablaré más de esta pequeña joyita.

Sacrifice Shiny

Regresando al meollo de la cuestión, yo diría que Sacrifice era bueno. Brillante. Tan bueno como incomprendido. Comenzando por su nivel de diseño artístico y terminando en su impactante modo multijugador. Sacrifice significó una bofetada de alto nivel para la carrera descendente del género de la estrategia en tiempo real. Por desgracia, a la estrategia no le dolió en absoluto y siguió encasillada en un estrecho corsé que, a día de hoy, se sigue repitiendo una y otra vez.

¿Y qué aportaba el juego del señor Perry? Pues para empezar, nos presentaba la figura del invocador, al cual manejábamos nosotros directamente en tercera persona. Con él podíamos movernos por el amplio escenario donde se desarrollaba la escaramuza, lanzar hechizos defensivos y ofensivos y crear un ejército de criaturas capaz de dominar al enemigo. Por vez primera, la figura del estratega participaba físicamente en la batalla.

A nivel tecnológico, el juego rayaba a gran altura, mejorando incluso el buen trabajo realizado en Messiah. Con un rendimiento ejemplar, el motor gráfico lograba generar grandes paisajes en los que se podía ver lo que ocurría en la distancia con bastante detalle. Esto resultaba esencial, ya que debemos abarcar el mayor campo de visión posible para preparar nuestra estrategia.

Respecto a las criaturas, existían bastantes tipos, tanto de tierra como de aire. Algunas rápidas, otras pesadas y poderosas, y todas marcadas por un patrón desenfadado y cómico, marca de la casa. La influencia del arte empleado en producciones anteriores como Earthworm Jim resultaba muy positiva. Incluso veíamos vacas volando que resultaban un poco dañinas.

Comenzar a jugar en Sacrifice no es complicado. A través de una interfaz sabiamente diseñada teníamos acceso a todas nuestras acciones. Tras elegir una deidad, la cual influirá en el tipo de criaturas que podamos invocar, nuestra misión era acumular la mayor cantidad posible de manalitos, estructuras que nos otorgaban maná para nuestras invocaciones. Sólo así podremos derrotar al enemigo, sacrificando a una de nuestras criaturas en su altar.

Sacrifice, como os he dicho, resulta agradable de aprender, pero bastante difícil de dominar. Llega un momento en el que debemos estar alerta a multitud de elementos en pantalla: nuestro personaje, su ejército, el conjurador enemigo, las estructuras importantes… Pasarán muchas horas antes de que logremos ejecutar con éxito nuestra estrategia.

Y llegará el momento en que seamos capaces de hacer cuatro cosas al mismo tiempo, nuestro batallón cante victorioso y destruyamos el altar enemigo. Sólo entonces nos daremos cuenta de hasta que punto llegó Shiny a revolucionar el género de la estrategia. Y como tantas veces ha pasado en la historia, la revolución fue recibida con una incompresión e indiferencia aplastante por parte del público jugador. Una enorme injusticia.

Publicado por

Pedja

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5 thoughts on “Retrovisión: Sacrifice, la deidad olvidada”

  1. Es con diferencia el mejor juego de estrategia en tiempo real que he jugado, así dicho parece una bravuconada pero las posibilidades del juego eran tantas y la historia es tan atrayente, con esos dioses peleándose porque les hagas los trabajitos que me dejo con la boca abierta cuando lo jugué.

    Uno de mis preferidos junto a Dungueon Keeper [salvando distancias]

  2. Pues si dices que es de Shiny habrá que darle una oportunidad. MDK es un juego que me encanta, lo único que me gustaría que fuera un poco más largito, me refiero claro está al MDK 1 (el 2 bueh, era tedioso usar al profesor y esos puzzles raros). También jugué a los de Matrix, es más, el juego del Enter de Matrix fue de los primeros que jugué en la ps2, y el de Path of Neo hubiera estado mejor si no hubieran puesto escenas de la película a boleo y aleatoriamente.

    Así que, habrá que «sacrificarse» en plan de probar este juego a ver que tal. Aunque a ver, alguna vez he probado esos juegos que se supone que son estrategia en 3º persona ahí con ejércitos de la edad feudal y eso y no me gustaba, pero bueno, no usaré eso en base a este, habrá que ver, y como es juego antiguo seguro mi pc lo puede correr XD.

  3. Lo jugué en su dia y lo instalé hace poco pero la verdad, acabé quitándolo. Nunca me llegó a absorver y eso que lo intenté. El juego es simple de controlar pero se hace difícil de jugar ya que no está bien implementada la idea de llevar a cabo batallas masivas con un tio que tienes que controlar a la vez que el interfaz y las criaturas.

    Técnicamente brillante, como todo lo que hacía shiny por esa época y estamos hablando de más de 10 años con unos procesadores y GPU’s de risa si lo comparamos con lo que hay a dia de hoy.

    Me gustó muchísimo más el Messiah.

  4. A mi me ha pasado lo mismo, no he terminado de verle la gracia o el truco, es cuestión de darle una nueva oportunidad si, saludos!!!!

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