Review Bulletstorm – Xbox 360

Para que un shooter en primera persona logre salirse de la tónica habitual del género y sea capaz de destacar entre la mediocridad, debería aportar algún valor diferencial que consiga que se desmarque del resto. A menudo, los FPS suelen presumir de una excelsa calidad técnica, por la carrera exitosa de sus desarrolladores o por la legión de fans que esperan el juego como agua de mayo. Pero pocos, muy pocos tienen algo que nos hagan exclamar: «Joder, esto es distinto.»

People Can Fly, en colaboración con la buena gente de Epic, ha parido un juego que consigue, por momentos, rezumar unas cuantas gotas de ese valor diferencial que tan difícil se hace de encontrar hoy día. Personalidad. No es que vayamos a encontrar en Bulletstorm ninguna innovación nunca antes vista. Pero sí vamos a toparnos con una personalidad que, a su modo, ya se había forjado en el inolvidable Painkiller, años atrás: un shooter en el que nos centrábamos en masacrar enemigos de múltiples maneras, patrón que hoy vuelve a repetirse en Bulletstorm.

La diferencia es que, en esta ocasión, el juego nos va premiar de forma activa por «matar con estilo». El mérito será compartido, a partes iguales, entre nuestra destreza con las peculiares armas de que disponemos, y entre el brutal diseño de cada uno de los niveles que compone el juego. Niveles estructurados de tal forma que el escenario será un perfecto lienzo en el que pintar mil y una maneras de masacrar al enemigo: cactus en los que montar pinchitos morunos, corrientes eléctricas la mar de saladas, abismos en los que poner a prueba el vértigo del bicho de turno… y por supuesto, barriles coloraos de esos que explotan con mucho arte.

A nivel técnico hay que destacar que, por una vez, los entornos que representa el Unreal Engine no son oscuros e industriales -al menos la mayor parte del tiempo-, ya que el planeta Stygia permite mapeados gigantescos -aunque apasillados, lógico por las características jugables del título- y con una línea de visión lejana, buen gusto por el detalle y una paleta de colores pastel totalmente opuesta a la que acostumbramos a ver en los Gears of War… y eso que los protagonistas tienen ciertas reminiscencias con el equipo de Marcus Fénix. Aunque no puedo dejar de pensar cómo se hubiera desmadrado la acción si la gestionara el Frostbite de los Bad Company, saltando todo por los aires…

Hilando nivel tras nivel, una historia de serie B en la que un antihéroe malhablado y bebedor lleva a su tropa espacial al descalabro, aterrizando en un planeta en el que se encontrarán con multitud de salvajes a los que liquidar y a cierta damisela en apuros. Nada fuera de lo normal, excepto que el bueno de Grayson podría llevarse el premio a la mayor cantidad de tacos por minuto en un videojuego. La campaña tiene la duración habitual de 8-10 horas, el multijugador adolece de cooperativo -hubiera estado bien- y en cambio ofrece un modo de resistir oleadas tipo Horda / Fireflight, mientras que el modo Flashback nos permitirá poner a prueba los «conocimientos» adquiridos para recorrer niveles en busca de conseguir la mayor puntuación posible.

En cierto sentido, el espiritu de marcar el High Score y sonrojar a nuestros colegas del Xbox Live me recuerda a lo que quiso conseguir la defenestrada Bizarre con su The Club. El juego que apadrinó SEGA se parece a Bulletstorm en querer importar la filosofía Arcade a un género ajeno, haciendo de dicha filosofía la verdadera base jugable de Bulletstorm. Sin ella apenas tiene sentido: en efecto, podemos pasarnos el juego sin atender a los «Skillshots», sin utilizar combos tales como impactar al enemigo en las partes nobles y luego reventarle de una patada… pero entonces seguramente nos aburramos como ostras.

Por lo tanto, el reto del juego no es superar sus fases, sino jugarlas de modo que cumplamos aquello de «no puede hacerse mejor ni más bonito». Son esos momentos los que realmente nos pueden hacer sentir de que, una vez liberada la envoltura macarra que incluye, podremos descubrir un FPS distinto, refrescante e ingenioso. No me sorprende, conociendo a sus creadores, aunque creo que hay cosas que Painkiller hacía aún mejor. ¿Recuerdan la empaladora? Igual la recuperan para Bulletstorm 2

Publicado por

Pedja

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