Retrovisión: Camelot Warriors

Si osas franquear la puerta del misterio olvida todo lo que conoces porque te internarás en un viaje sin retorno. Mundos pasados y futuros, magia negra, trampas ocultas. Aprieta la espada con tus puños y nunca, nunca eches la mirada atrás. Rezaba así la introductoria arenga que, a modo de bienvenida, saludaba al jugador que se adentrase en su manual de instrucciones.

Y si osabas adquirir este cassette, pertrechado con una imponente carátula diseñada por el maestro Alfonso Azpiri, debías recopilar toda tu habilidad para convertirte en un caballero de nivel 40 en la habilidad de ensayo y error, un caballero que moriría decenas de veces a manos de inmundas criaturas y malévolas trampas ubicadas en el escenario por un tal Víctor Ruiz, al que algunos conocerán por haber fundado y mantenido a Dinamic en lo más alto del software español, durante cierta época dorada, tan añorada por propios y extraños.

No cabe duda de que Camelot Warriors se ha convertido en uno de los emblemas atemporales capaces de perdurar como iconos de dicha época dorada, en un legado al que, evidentemente, contribuimos todos aquellos que volvemos a él tras haber transcurrido tantos años, escribiendo sobre su imaginativo argumento, en el que los objetos que debíamos recuperar era auténtica tecnología punta en aquel entorno medieval de espada y brujería. Y es que el hecho de que un rimbombante y misterioso Elixir de la vida fuera una Coca-Cola no es más que otro botón de muestra de la creatividad que se destilaba por aquellos tiempos.

El legado, como digo, también logra perdurar con aportaciones tan valiosas como el remake que Buhonero realizó hace tres años, absolutamente recomendable a todos los niveles, y que comenté por estos lares con motivo de la RetroCompo de 2007. Merece la pena probar aunque sólo sea para escuchar la remezcla que suena de la melodía original que compusiera en su día Ignacio Bergareche.

Camelot Warriors, como antes comenté, ofrecía una dificultad bastante peculiar, y me explico: las primeras partidas podían convertirse en un auténtico infierno -de hecho, nada más empezar, si dudamos más de un segundo, nos abatirá un pajarraco del tirón-, ya que dominar el característico salto con caída que ejecutaba nuestro avatar, combinado con el mandoble que propinaba con su espada, no era nada sencillo.

Sin embargo, poco a poco y a base de gastar vidas, nos íbamos aprendiendo las rutinas de salto y de movimiento de enemigos, haciendo posible que pudiéramos avanzar a través de los cuatro mundos hasta llegar al Rey Arturo. Vamos, era jodido como el que más, pero al menos no dependíamos de factores aleatorios que nos hicieran perder más vidas de la cuenta.

Camelot Warriors recibió una buena dosis de publicidad a través de las revistas más leídas de la época –MicroHobby y MicroManía mayormente-, dotando de un halo de misterio al desarrollo del juego. Concretamente, se presentaba a un enigmático brujo preparando una suerte de poción mágica en su gigantesco caldero, ilustrado con un contundente «¿Qué se cuece en la mansión Dinamic?«.

En cuato a las versiones que se realizaron, Spectrum recibió un programa con sprites sencillos pero bien definidos y coloreados con bastante buen gusto, mientras que la versión de Amstrad explotaba la paleta de colores del sistema, por cierto, con un caballero ataviado con una pedazo de melena rubia, y MSX calcaba la versión del ordenador de Sinclair.

Sin duda, lo más reseñable fue comprobar que el juego contó con una versión para Commodore 64, que además no fue programada en Dinamic, sino encarga a otra compañía española contemporánea: Opera Soft. En esta versión, curiosamente, nuestro fiel caballero jugaba ataviado con la armadura completa, casco incluido… aunque seguía siendo igual de vulnerable a los bichos del juego. Tan vulnerable como los recuerdos de los que jugamos a esta obra en 1985, incapaces de resistirse a rememorar su hechizo una vez más.

Enlaces relacionados

Jugar a Camelot Warriors versión ZX Spectrum vía World of Spectrum

Artículo del juego en Mundo CPC

Publicado por

Pedja

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11 thoughts on “Retrovisión: Camelot Warriors”

  1. Gran artículo, y gran juego también!!
    He de confesar que este fue mi primer gran vicio, si bien los juegos que me ataron al mundillo fueron el primer Super Mario Bros y muy especialmente el primer Sonic, sería del todo innegable la repercusión que ha tenido el título que aquí nos ocupa en el amor que le profeso al sector.

  2. Que buenos recuerdos de tardes enteras echadas en mi MSX.

    Convertirse en rana, buscar referencias para los saltos medidos, esperar a determinada posición de los enemigos para avanzar, que de intentos hasta ver aquello de «johnnie todo ha sido una pesadilla».

    Buena entrada.

  3. ¡Uno de mis juegos preferidos!

    Llegué al final con mi C64, en cambio al remake no llegué más allá del 2do nivel, a pesar de que todos dicen que es más fácil que el original, cosas raras

  4. Rayos! nunca lo he probado, pero ahora me han entrado ganas de jugarlo :P. En sí este tipo de juegos (tengo como referencia al primer y segundo Castlevania) me gustan mucho por sus esteticas oscuras y jugabilidad algo más «pausada» que el resto de los juegos. Por cierto: la diferencia entre versiones es algo… exagerada: la de Spectrum para más alegre 😛

  5. Como curiosidad en la versión de C64, al empezar la partida deja pulsado el salto y mira hasta donde llegas sin despeinarte 😛

  6. Que juego mas cojonudo! Pero la dificultad… joe, recuerdo que los saltos habia que hacerlos en determinados pixels porque sino a la mierda.

    Best spanish game eva!?

  7. Tenía una dificultad tan endiablada que por las noches me daba pesadillas en las que no podia acertar el pixel exacto de donde saltar 😀

  8. Este juego, fue uno de los primeros que tuve en mi Amstrad CPC 6128, ya que me los regalaron con la compra del ordenador en un disco en el que se incluían varios juegos más de Dinamic («Army Moves 1 y 2», «Game Over 1 y 2», «Camelot Warriors», «Nonamed», «Abu Simbel», «Dustin», «Phantomas 2» y «Quijote 1 y 2»). Para mi todos juegazos, menos el nonamed que nunca me llegó a enganchar.

    En aquella epoca por eso, era muy pequeño y no me lo llegué a pasar nunca. En verdad, de ese disco, no me llegue a pasar ninguno!! La verdad que la dificultad de antaño con la de ahora….

    Eso sí, luego gracias a emuladores, me los he llegado a pasar todos (Imagino que era una espinita que tenia clavada).

    De este en concreto, recuerdo la rabia que daba dar un mal salto en una pantalla, y acabar el salto muerto en la siguiente…ya que entonces perdias todas las vidas sin poder hacer nada.

  9. el elixir de la vida (coca-cola), el espejo de la sabiduria (la televisión), el fuego que no quema (la bombilla) o la voz del otro mundo (el teléfono) eran los objetos que teníamos que buscar hasta que al llegar al final con la escena de «Despierta Jonhny, todo ha sido una horrible pesadilla» y vernos tumbado en nuestra cama rodeado de los objetos que estuvimos buscando como caballero de la mesa redonda.
    Si era un poco complicaete lo de calcular el salto pero si fallabas a más tardar a la tercera iba la vencida. Alguien probó saltar escaleras abajo en el casillo de Camelot? yo descubrí que te podías deslizar por la barandilla 🙂
    Yo me lo acabé varias veces a mediados de los 80 en mi MSX y la verdad es que para mi fue el juego más fácil de Dinamic, junto con el Freddy Hardest, el Phantis y el Navy Moves.
    En los 80 la mayoría de los juegos eran difíciles y algunos casi imposibles debido a la falta de jugabilidad dado que no exisitian los testeadores que hay hoy en día.
    Pero el juego era bien corto y fácil.
    Para dificiles el phantomas 2 o el Abu Simbel Profanation que tambien era de Konami.
    Y ya que se ha mencionado Opera Soft, para dificil su juego estrella que fue el primer Livingstone Supongo (el segundo estaba chupado).
    Precisamente el Camelot Warriors estubo entre mis favoritos dado su facilidad, es por eso que me lo acabé varias veces porque era fácil y corto.
    Para plataformas difíciles de que como no calcules el salto pierdes todas las vidas teníamos el Jet Set Willy y demás juegos del estilo como el Dinamite Dan. Esos si que eran jodidos y no conozco a nadie que se los haya pasado.
    Que bueno que gracias a los remakes podamos gozar de estas viejas glorias con un lavado de cara. Que nostalgia Dios mio. Siempre gusta a uno de revivir el pasado como con los actuales remakes de los Monkey Islands ^_^

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